AHORRAR ENERGÍA ELÉCTRICA

Ahorrar energía eléctrica no es fácil, supone un cambio de costumbres y la renuncia a algunas comodidades. El ser humano ha sido capaz de vivir durante miles de años sin luz, sin refrigeradores, sin calefacción, aunque expuesto a duras condiciones de vida.
 En la actualidad difícilmente podemos renunciar a todos estos servicios, pero podemos hacer mucho por reducir el consumo energético. Desde los estamentos gubernamentales nos quieren convencer de ahorro energético con ridículas campañas de cambio de bombillas, seguramente orquestadas por empresas electrónicas con fines lucrativos. 
Puedes ver uno de los tantos quesos de reparto del consumo eléctrico en los domicilios. Puede variar dependiendo del uso o no de calentadores eléctricos, calefacción o aires acondicionados.
El consumo en energía lumínica solo supone un 10% del total o incluso menos en muchos domicilios. No está mal colocar bombillas de bajo consumo, pero a mí no me acaban de convencer por la cantidad de residuos que implica su desecho y el poco ahorro que produce su uso. Respecto de los electrodomésticos aconsejan el cambio por otros nuevos de clase A y menor consumo, medida que beneficia a las marcas productoras.

Se ha creado una sensación que el ahorro de energía solo consiste en cambiar bombillas o electrodomésticos, cuando esa media no es suficiente.

Hay que reducir drásticamente el gasto energético si queremos acabar con el consumo de materia prima contaminante, carbón petróleo y gas, o la dependencia de las peligrosas centrales nucleares. Te recomendamos ver alguno de los videos sobre la catástrofe nuclear de Chernóbil o la reciente Fukushima para entender que hay que acabar con las nucleares y eso solo se puede conseguir reduciendo el consumo.

    
Las cifras estratégicamente colocadas pueden dar apariencia de gran ahorro. Una media verdad típica de los fabricantes de bombillas es la siguiente: “Usa focos de bajo consumo: ahorran hasta un 75% de energía”, sin matizar que se refiere a un 75% del gasto en iluminación y no del total del recibo, como muchos entienden. El 75% del 10% del total del consumo eléctrico supone tan solo una reducción del 7,5% sobre el total. ¿Cómo reducimos el consumo del 90% de energía dedicada a vitrocerámicas, neveras, lavadoras y calefacción? No se logra solo con el cambio de los electrodomésticos por otros de clase A.

Comparativa de consumo entre diferentes electrodomésticos 
Lee con detenimiento y analiza los siguientes razonamientos. 
Una cocina vitrocerámica, dependiendo del modelo, número de fogones y tamaño de estos, consume entre 4.000 y 6.000 W. Una cocina de tres fogones al máximo tiene las siguientes potencias de consumo: 1.200 W, 1.700W, y 2100W. 
Hacer un cocido en olla a presión cuesta una hora, necesitando bastante potencia, vamos a poner 2000W. Esto significa un consumo de 2kW/h. Una bombilla de bajo consumo tiene una potencia de 15W. La potencia de la placa de vitrocerámica equivale a 2000W/15W = 133,3 bombillas de bajo consumo encendidas durante una hora. Una casa de 80 m2 puede llegar a tener 11 bombillas de 15W. De manera que el cocido equivale a tener todas las bombillas de la casa encendidas durante algo más de 12 horas. ¿Cuántas veces precisas poner la olla a presión al mes? Una cocción equivale a esas 12 horas de consumo de todas las bombillas. Y considera que siempre he redondeado los cálculos a la baja. ¿Crees ahora que la solución al despilfarro energético está en las bombillas de bajo consumo? 

Un motor de lavadora consume una potencia aproximada de 600W, y poniendo la temperatura a 40 llega a 1000W de consumo. Un lavado completo puede tardar una hora. Equivaldría a todas las bombillas de bajo consumo encendidas 6 horas. 
El frigorífico está constantemente en marcha, con un consumo medio de 0,15kW/h. Funciona las 24 h del día los 30 días del mes. 
Las secadoras de ropa se llevan la palma con un consumo descomunal de 4 kW/h. 
Y el modesto lavavajillas, que siempre apuntan consume menos agua que lavando a mano, evidentemente sin mi método de ahorro de agua, se lleva 1 kW/h. 
Todas estas comparaciones no pretenden desmontar tu plan de ahorro energético al colocar bombillas de bajo consumo, si lo crees necesario hazlo. Pero hay otros aspectos de ahorro de energía eléctrica que no tenemos en cuenta y son más eficaces.
Lavadora a 40º
1,000   kWh/lavado
Frigorífico
1,000   kWh/día
1 ciclo de secadora
4,000   kWh/ciclo
Lavavajillas
1,000   kWh/lavado
Una hora de vitrocerámica
2,000   kWh
Una bombilla de 60W
0,060   kWh
Una bombilla bajo consumo de 15W
0,015   kWh
Existen muchas páginas en las que te ayudan a conocer el consumo de los diferentes electrodomésticos. 

¿Quién puede hacer más por el ahorro energético? 
Primero hacer patente la fuerte unión entre consumo eléctrico y contaminación. El agua debe ser consumida con moderación para evitar su agotamiento, la energía eléctrica debe ser consumida con moderación para evitar la contaminación que genera su producción. 
El trabajo debe ser conjunto entre usuarios y gobiernos, los primeros intentando reducir el consumo, el segundo intentando sustituir los sistemas de producción por energías renovables. 

RESPECTO DEL AGUA: 
- El gobierno no puede controlar el ciclo de lluvias. 
- El gobierno sí puede mantener las instalaciones de almacenamiento y trasporte del agua para evitar pérdidas. 
- El usuario puede ejercer un consumo responsable y aprovechar más veces la misma agua. 
- El gobierno puede prohibir el uso de agua potable para según qué finalidad. 
RESPECTO DEL CONSUMO DE ENERGÍA ELÉCTRICA: 
- El usuario puede reducir el consumo de energía eléctrica para fines de confortabilidad, calefacción o aires acondicionados. 
- El usuario difícilmente puede renunciar al consumo de energía eléctrica para medios audiovisuales y de comunicación. 
- El gobierno puede sustituir centrales eléctricas que funcionan con combustibles fósiles, contaminantes y peligrosas, por energías alternativas, limpias e inagotables. 
Vamos a ir ofreciendo consejos para conseguir la reducción de consumo de energía eléctrica. Incluiremos en cada apartado la recomendación general R.G. para después matizarla, ampliarla o añadir otros consejos.

Calefacción 
R.G.: Si requieres calefacción, gradúa el termostato a 20ºC o menos y abrígate un poco más dentro de la casa. Cada grado suplementario representa un 7% más de consumo energético. Si tienes estufas eléctricas es mejor sustituirlas por estufas de gas. 

Añado:
El recibo de la luz se incrementa de forma notable cuando llegan los meses de frío, noviembre, diciembre, enero y febrero. 
Los sistemas de calefacción más utilizados son los de caldera con radiadores de agua, de caldera con losa o suelo radiante, de energía eléctrica por acumulación y eléctrica por sistemas directos. No pretendo entrar en detalles técnicos sobre cuál es el más útil o eficiente, no es mi especialidad. Mi propósito en este apartado es concienciar sobre la necesidad de utilizarlos de la forma más eficiente respecto del menor consumo posible, de combustible o de energía eléctrica. 


Uso mesurado de la calefacción 
No se puede ir por la casa en manga corta en invierno. Este principio es básico para entender que la diferencia de temperatura necesaria varía en unos cuantos grados según vayamos cubiertos. 
Solo acabaremos con el despilfarro de energía eléctrica cuando entendamos que no hay que notar el calor, basta no tener sensación de frío. 
Aproximadamente:
CAMISETA
CAMISA
BATÍN
24ºC
20ºC
17ºC

Fíjate la diferencia de temperatura, 7ºC, entre ir por la casa en camiseta o con camisa y batín. He puesto 17ºC en la última figura, pero se puede soportar sin problema estar a 15ºC.

7ºC · (7% ahorro/ºC) = 49% de ahorro en calefacción.
¡¡¡La mitad de consumo en este concepto!!! 

Y no sería descabellado disponer de batines en la entrada de casa, en el armario para abrigos, para que se los pongan los amigos cuando vienen a vernos. Cuelgan el abrigo y se ponen el batín. 
Seguramente estarán más que financiados en un solo mes de ahorro en calefacción. 

Aprovecha el calor natural

Se recomienda abrir ventanas y ventilar diariamente la casa. Aprovecha esta circunstancia cuando amanece un día caluroso en invierno. 
No es difícil alcanzar temperaturas de hasta 22ºC en el mediterráneo. En esos días mantén abiertas las ventanas el máximo tiempo posible, cambiará el aire de la casa y subirá la temperatura de forma natural. 

Aísla zonas de la casa 
Dependiendo del tamaño de la casa esta medida puede llegar a ser eficiente. Bien por vivir solo, bien por disponer de una vivienda grande, es posible que no utilices toda la casa. Esa habitación de invitados o ese segundo baño que nunca utilizas puede permanecer cerrado en las semanas de más frío y la calefacción de esa zona desconectada. Pero insisto, si es una zona que no vas a utilizar unos cuantos días, por ejemplo. Vuelve a aprovechar los días calurosos para ventilar esa zona de la casa y calentarla de forma natural. 

Situación del termostato

Los modernos sistemas de calefacción disponen de un eficiente sistema de termostato portátil. Esto permite situarlo en la zona de la casa donde estés en ese momento o donde permanezcas más rato. 

La situación del termostato es una cuestión importante de cara al ahorro energético. Piensa en los siguientes casos. 
1. Situamos el termostato en una habitación pequeña. La temperatura de confort se alcanzará rápidamente, con la posibilidad que queden frías otras zonas más amplias de la casa. 
2. Situamos el termostato en una sala grande. La temperatura de confort tardará en alcanzarse, pudiendo producirse un sobrecalentamiento en zonas más reducidas de la casa. 

Para evitar estas diferencias de temperatura entre zonas de la casa conviene no aislar zonas que se vayan a utilizar frecuentemente. 

Actúa en los lugares públicos con campañas informativas.
Estas fotografías se situaron en la puerta de acceso a las aulas de un instituto. Antes de colocar los letreros, uno de cada tres alumnos dejaba la puerta abierta. Tras la campaña informativa se producía uno o dos casos de olvido en toda la mañana.

   

Ventanas 

Ni que decir tiene que unas buenas ventanas es uno de los principales puntos de actuación para evitar pérdidas importantes de energía. Cambiar las ventanas de una vivienda es costoso, unos 5000€ para una vivienda de 80 m2 y unas 8 ventanas. 

Desde los gobiernos autonómicos se emprenden campañas anuales para el cambio de viejas ventanas por modernos y herméticos sistemas de cierre. 

No insistiré en la necesidad de hacerlo puesto que el coste es alto y no siempre posible, pero no hay prueba más evidente que el testimonio de aquella persona que lo ha hecho. 

Observa las siguientes fotografías:


No escatimes en mejora de ventanas, piensa que las nuevas te van a durar toda la vida. Cumple la normativa del plan “Renove Ventanas” de tu zona. En todo caso recuerda: 
- Coloca cristal de cámara o doble vidrio, mínimo 4-10-4 
- Coloca ventanas batientes y no correderas. 
- Coloca rotura de puente térmico en el aluminio. Es un aislante entre el aluminio exterior y el interior. 
- Coloca cajones de persianas aislados interiormente. 
- Al instalar las ventanas cuida que aíslen los alrededores antes de tapiar.
Tienes mucha información sobre aislamiento de ventanas en Internet.

Cocina con olla a presión, llenándola al máximo posible permitido

     
R.G.: Utiliza recipientes, ollas, sartenes, etc. con fondo plano. Evita que el foco de calor sea mayor que la base del recipiente. Ajusta el nivel de calor a las necesidades. Aprovecha el calor residual.


Añado:

Si repasas los conceptos del apartado ¿Qué es la energía?, entenderás fácilmente que si precisamos una energía determinada para calentar una cantidad de agua, si doblamos la cantidad de agua se precisa el doble de energía. Esta deducción es totalmente correcta y podría llevar a pensar que cocinar el doble de comida supone necesitar el doble de energía. Es cierto, pero en este razonamiento no se ha considerado la energía de arranque de la cocción y la desperdiciada al finalizarla, así como la pérdida por los propios recipientes. Calentar una placa de vitrocerámica y dejarla enfriar después son dos procesos de alto consumo energético que pueden evitarse si se aumenta la cantidad de comida a cocinar de una sola vez. Es por ello que aconsejamos: 

- Cocina con olla a presión, tiene muchas menos pérdidas energéticas que con olla de tapadera y finaliza antes el proceso de cocción de los alimentos. 
- Cocina gran cantidad y congela para un uso posterior. 
- Cuece más, la olla cerrada aprovecha más la energía, y fríe menos, la sartén abierta desperdicia gran cantidad de energía. 
- Aprovecha el calor residual de las cocinas eléctricas para calentar otros alimentos o descongelar el pan. 

Además del ahorro energético, cocinar gran cantidad en cada cocción implica un ahorro en la compra y evita el desperdicio de restos de comida. Congelar comida ayuda a optimizar la economía de las personas singles.

Uso del frigorífico 
R.G.: Compra alimentos de temporada y producidos en la localidad. Son más baratos desde el punto de vista del transporte y refrigeración (no requieren de consumo de combustibles y electricidad). 
Descongela tu refrigerador: la escarcha crea un aislamiento que puede acarrear un 20% extra de consumo eléctrico.
Sustituye tu refrigerador viejo (de más de 10 años) de alto consumo eléctrico, por uno moderno de bajo consumo (consume 1/3 parte de electricidad). La diferencia de costo se paga con el ahorro de energía. 
Mantén las puertas de los refrigeradores cerradas y asegúrate que selle herméticamente.

Añado:
No tomes por costumbre meter todo en la nevera. La fruta y la verdura se conservan en condiciones óptimas a temperatura ambiente más de lo que pensamos. 
Saca de la nevera los condimentos para cocinar con suficiente tiempo. Actúa en dos fases: 
1. Los ingredientes congelados pásalos a la nevera la noche antes de cocinar. Intenta siempre que el frío se pierda progresivamente, primero en la nevera. 
2. A la mañana siguiente saca de la nevera todo lo necesario para cocinar unas horas antes de hacerlo. Esta acción ahorra energía de refrigeración y energía calorífica al cocinar. 

No congeles comida recién cocinada hasta que pierda todo el calor. 
No es preciso congelar la comida que vas a ingerir al día siguiente, o incluso dos días después, con refrigerarla será suficiente. 

Baja la temperatura de la nevera al mínimo en invierno. 
No es necesario tener agua fría en invierno. 

Es muy importante controlar la carga de la nevera. Contra más llena esté, más energía se precisa. Mantener frescos alimentos que se acaban estropeando es un gasto inútil de energía. 

En todo caso, cuando precises descongelar con rapidez aprovecha el calor natural. Descongelar una barra de pan al sol, incluso en invierno, es bastante rápido. Así evitamos el uso del microondas.

Uso de la lavadora

R.G.: Usa la lavadora llena: ahorrarás agua y electricidad

Añado: 
Es cierto que en la lavadora no se nota tanto el ahorro energético al sustituirla por una nueva de mayor eficiencia que con el caso del frigorífico. 
Utiliza programas cortos para limpieza de ropa donde solo hay que eliminar olores. 
Si tienes especial prisa por lavar alguna prenda hazlo a mano, siempre gastarás menos agua que en un lavado. Aprovecha el agua residual para el váter. 
Por supuesto que te recomiendo que sigas los consejos de reciclado de agua que expongo en la página “Ahorrar Agua”. Comprueba si realmente tu lavadora es eficiente en el ajuste de agua a la cantidad de carga, la mía no lo es, y la acabo de comprar. 
Respecto de la separación de ropa blanca y de color te recomiendo que no seas tan exquisito. Yo conozco mi ropa y sé que prendas pueden desteñir. No tengo especial interés en que mis toallas tengan un blanco nuclear, así que las añado a los lavados de color antes que poner una lavadora exclusiva de ropa blanca con poca ropa.
Alarga el uso de camisas y pantalones en invierno. La ropa interior recoge el poco sudor emitido. Hay que ser más eficiente en la limpieza de la ropa. Muchas veces la simple manía de pensar que una prenda puede oler por haberla usado un rato nos lleva a incrementar el lavado innecesariamente. Cámbiate de ropa interior a diario, pero alarga más el lavado de camisas y pantalones.



Uso de la secadora 
La secadora es un electrodoméstico que se ha incorporado recientemente al habitual uso doméstico, por lo que es un aparato moderno en eficiencia pero de un gasto energético brutal. De hecho no hay especiales recomendaciones de uso, por lo que el principal consejo es utilizar este instrumento en contadas ocasiones. 

No la utilices de forma sistemática. Reduce su uso a días lluviosos de invierno y si precisas rapidez.

1 comentario:

  1. Tener un control de la situación y de los gastos mensuales es clave, si tenemos problemas con el consumo es bueno visitar alguna auditoria energetica para que nos ayuden a gastar menos, es vital

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